La concentración de nutrientes en la comida seca es aproximadamente cuatro veces más alta que en el alimento húmedo, debido a la deshidratación. El coste de la alimentación puede reducirse considerablemente con la comida seca. Por otra parte, la comida seca tiene la ventaja de que el gato puede comer cuando quiera pequeñas cantidades varias veces al día, como el haría en su habitat natural. Las croquetas crujientes promueven la masticación.